24 jul 2010

La Danza de las Energías


El hombre y la mujer son complementarios
Ha habido hombres y ha habido mujeres,
pero no ha habido seres humanos.
El hombre solo no será capaz de llegar muy lejos.
La mujer sola simplemente será un estan­que de energía
sin posibilidad alguna de movi­miento dinámico.
Cuando ambos están juntos son complementarios.
Ninguno está por encima del otro.
Los complementarios jamás están arriba o abajo, son iguales.
Juntos conforman un todo,

y juntos pueden crear una santidad
que no resulta posible para ninguno por separado.
Un hombre, para ser realmente masculino,
ha de ser aventurero, creativo,
ha de ser capaz de to­car tantas iniciativas en la vida
como le sea posi­ble.
La mujer, para ser de verdad una mujer,
ha de ser un estanque de energía detrás del hombre,
para que la aventura pueda disponer de tanta energía
como sea posible.
La energía será necesaria para que la aventura
pueda tener cierta inspiración, cierta poesía,
de modo que el alma aventurera pue­da relajarse en la mujer
y verse rellenada con vida, rejuvenecida.


El hombre y la mujer, juntos,
moviéndose de manera positiva, son un todo.
Y la verdadera pa­reja -y hay muypocas parejas verdaderas-
es una en la que cada uno se ha unido con el otro
de una forma positiva.
Si ambas partes son conscientes del hecho
de que se trata del encuentro de opuestos,
de que no hay necesidad de convertirlo en un conflicto,
en­tonces es una gran oportunidad para comprender
y asimilar el punto de vista totalmente opuesto.
De esa manera, la vida de un hombre y de una mujer,
juntos, puede convertirse en una hermosa armonía.

El enfoque femenino y el enfoque mas­culino son tan distintos
que a menos que se lleve a cabo un esfuerzo consciente,
a menos que se convierta en vuestra meditación,
no existe espe­ranza de disfrutar de una vida apacible.
Siempre que dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo.
Su simple reunión le da vi­da a un nuevo fenómeno,
que antes no existía, que nunca había existido.
Y a través de ese nuevo fenómeno ambas “personas”
son modificadas y transformadas.

Vosotros creáis la relación,
pero dicha relación también os crea a vosotros.
Si nuestras relaciones con las personas
con­tienen la gran comprensión
de que al otro habría que concederle
una libertad total para que pueda seguir siendo lo que es,
quizá con cada momento se pueda revelar más y más belleza.
Haced que el amor de la gente sea libre,
haced que la gente no sea posesiva.
Pero esto solo puede suceder si en vuestra meditación
descubrís vuestro ser.
La intimidad con una mujer o con un hombre
es mejor que tener muchas relaciones superficia­les.
El amor no es una flor de temporada,
requie­re años para crecer.
Y solo cuando crece va más allá de la biología
y empieza a tener algo de lo espiritual en su naturaleza.

Estar con muchas mu­jeres o con muchos hombres
os mantendrá super­ficiales; quizá satisfechos, pero superficiales;
ocupados, desde luego,
pero no de un modo que os vaya a ayudar en el crecimiento interior.
Pero una relación de uno a uno,
sostenida para que po­dáis comprenderos de manera más personal,
aporta un beneficio tremendo.
Continuad buscándoos, encontrando maneras nuevas de amaros,
de estar juntos.

Cada persona es un misterio infinito, inagotable, insondable,
de modo que no es posible que alguna vez podáis decir:
“La he conocido”, o: “Lo he conocido”.
Como mucho, podréis decir:
“He intentado todo lo que he podido;
pero el misterio sigue siendo un misterio”.
De hecho, cuanto más conocéis,
más misteriosa se vuelve la otra persona.

Entonces el amor es una aventura constante.
En un mundo mejor, con personas más medi­tativas,
con un poco más de iluminación en la Tie­rra,
la gente amaría, amaría inmensamente,
pero su amor seguiría siendo una unión, no una relación,
y no digo que ese amor llegará a ser únicamente momentáneo.
Existen todas las posibilidades de que ese amor
sea más profundo que el vuestro,
que posea una cualidad más elevada de intimidad,
que tenga más poesía y más de Dios en él.
Y existe to­da la posibilidad de que ese amor
dure más de lo que vuestra así llamada relación
pueda llegar a du­rar jamás.
Pero no lo garantizaría la ley,
ni los tri­bunales ni la policía.
La garantía sería interior.
Sería un compro­miso desde el corazón,
una comunión silenciosa.
Osho Amor


Yo creo en el AMOR, en la Danza de las Energías y respiro su aroma y bebo de sus frutos más dulces y más amargos. Me siento afortunada de tenerte a mi lado caminando esta ruta de la vida, creciendo juntos, amando, viviendo al compáz del AMOR
SatPreet


2 jul 2010

Todo el mundo tiene la luz de Dios y debe ser encendida por la propia disciplina de cada persona. Y el cristal para mantenerla encendida y brillando debería ser conservado por el propio coraje de la persona, por su propia fuerza y por su propio valor. Yo lo creo. Creo que esto es el amor. Creo que todo el mundo tiene la oportunidad de amar su alma y cada alma tiene derecho a brillar, y cada resplandor tiene que traer luz y brillo, belleza y abundancia para todos, generación tras generación.

¿Amas a tus hijos? Los amas. Son hermosos. ¿No es esa alma inocente en ti también el niño de tu vida? ¿Has besado al alma? ¿Has abrazado al alma? ¿Te has comunicado con el alma por la mañana en las horas de la ambrosía cuando no hay en absoluto perturbación alguna? La Sadhana no es más que el lugar donde el disciplinado, el amor, habla a la propia alma, no es más que el lugar donde uno limpia su propia mente. La Sadhana no es más que el lugar donde uno se prepara para el día para volverse amable y compasivo con los demás, incluso con los enemigos.

Si crees que eres pobre, eres pobre porque no te comunicas con tu alma, la fuente de la prosperidad, la fuente de la realidad. Si crees que estás desesperado, estás desesperado porque no tienes Sadhana. La desesperación, la depresión, y el sentimiento de indigencia acuden sólo a aquellos que no tienen disciplina o Sadhana. Sólo una casa que no está limpia parece sucia y la mente que no está limpia, apesta, la Sadhana es el acto más egoísta de todos los actos, porque es una limpieza a uno mismo. Limpieza es algo propio de Dios. Está bien vestir buenas ropas, tener buen aspecto, ser brillante, hermoso. Pero cuando quieres ser feliz y abundante, tienes que tener una mente despejada, una mente a través de la cual tu alma, tu espíritu pueda brillar.

Cuando te mantienes de pie, adopta una posición, y permanece con la cabeza bien alta. Camina con la cabeza bien alta y mantente en pie por la fuerza de tu alma. No por la fuerza de tu intelecto, de tu inteligencia o cobardía. Si quieres hablarle a alguien, tratar algún asunto, tener una relación, simplemente establece las relaciones por medio de la fuerza de tu alma. De otro modo perderás el propósito de la vida.

Yogui Bhajan 2002
wahe guru!! en órbita, SatPreet