Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo convierte en no apto para impacientes. Siembras la semilla, la abonas y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable; en realidad no pasa nada durante los siguientes siete años, a tal punto que un cultivador inexperto pensaría que las semillas eran infértiles. Sin embargo, durante el séptimo año en un período de tan solo seis semanas la planta de bambú crece hasta treinta metros. ¿Tardó solo seis semanas en crecer? No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse. Durante esos siete años de aparente inactividad el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años...
Y este cuento me trae a la mente, aparte de la sabia PACIENCIA y de que por supuesto todo tiene su tiempo, los ciclos de la vida enseñados por Yoghi Bhajan...
Según la Humanología, desde la perspectiva de Kundalini Yoga, existen ciclos de vida en los seres humanos que guían el equilibrio entre nuestra conciencia, nuestra inteligencia aplicada y nuestra estructura física. Los tres ciclos funcionan como olas de energía que miden el desarrollo de estos tres aspectos de nuestro ser. Su proporción natural y óptima se afecta solo por factores ambientales, psicológicos o de salud extremos.
En Humanología, somos conscientes de estos ciclos y recibimos sus desafíos como parte de cultivar nuestra madurez.
Ciclo de energía vital cada 18 años, revisa la salud y la vitalidad física más la calidad total de vida.
Ciclo de inteligencia cada 11 años, revisa la inteligencia aplicada, cómo nuestra inteligencia afecta nuestras acciones.
Ciclo de conciencia cada 7 años, revisa el estilo y nivel básico de conciencia ¿cómo es que nosotros entendemos ciertas cosas? ¿cuales son nuestras prioridades?
Es interesante revisar personalmente estos ciclos según las edades...cada uno puede observar las etapas de su vida y estos ciclos, y vivirlos lo más naturalmente posible. A veces ocurren crisis "existenciales" y cambios fuertes en determinadas etapas de la vida, pues seguramente coinciden con los ciclos de la vida donde revisamos determinadas cuestiones personales, hábitos, dónde y cómo pisamos, hacia donde queremos ir...cómo aplicamos lo aprendido, e incluso surge la necesidad de cambiar y/o alejarnos del entorno que nos rodéa, etc...
Nuestra vida entera es un ciclo, un ciclo de destino para expresar quienes somos como seres humanos...
Sat Preet, viviendo en la verdad de mi alma...
Y este cuento me trae a la mente, aparte de la sabia PACIENCIA y de que por supuesto todo tiene su tiempo, los ciclos de la vida enseñados por Yoghi Bhajan...
Según la Humanología, desde la perspectiva de Kundalini Yoga, existen ciclos de vida en los seres humanos que guían el equilibrio entre nuestra conciencia, nuestra inteligencia aplicada y nuestra estructura física. Los tres ciclos funcionan como olas de energía que miden el desarrollo de estos tres aspectos de nuestro ser. Su proporción natural y óptima se afecta solo por factores ambientales, psicológicos o de salud extremos.
En Humanología, somos conscientes de estos ciclos y recibimos sus desafíos como parte de cultivar nuestra madurez.
Ciclo de energía vital cada 18 años, revisa la salud y la vitalidad física más la calidad total de vida.
Ciclo de inteligencia cada 11 años, revisa la inteligencia aplicada, cómo nuestra inteligencia afecta nuestras acciones.
Ciclo de conciencia cada 7 años, revisa el estilo y nivel básico de conciencia ¿cómo es que nosotros entendemos ciertas cosas? ¿cuales son nuestras prioridades?
Es interesante revisar personalmente estos ciclos según las edades...cada uno puede observar las etapas de su vida y estos ciclos, y vivirlos lo más naturalmente posible. A veces ocurren crisis "existenciales" y cambios fuertes en determinadas etapas de la vida, pues seguramente coinciden con los ciclos de la vida donde revisamos determinadas cuestiones personales, hábitos, dónde y cómo pisamos, hacia donde queremos ir...cómo aplicamos lo aprendido, e incluso surge la necesidad de cambiar y/o alejarnos del entorno que nos rodéa, etc...
Nuestra vida entera es un ciclo, un ciclo de destino para expresar quienes somos como seres humanos...
Sat Preet, viviendo en la verdad de mi alma...
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