Hoy va de cuentos...
Bodhidharma fue a china y el emperador quiso verle. El monarca le dijo: Mi mente está muy inquieta, muy intranquila. Eres un gran sabio y te he estado esperando. Dime qué debo hacer para pacificar mi mente. Bodhidharma le contestó: No hagais nada. Primero mostradme vuestra mente. El emperador sin comprender le dijo: ¿Qué quieres decir? Venid a las 4 de la madruga, cuando no haya nadie por aquí. Venid solo y recordar que debeis traer a tu mente con vos, pidio Bodhidharma. El emperador no pegó ojo en toda la noche. Por su mente pasó en muchas ocasiones el pensamiento de olvidarse de todo aquello...pensó que este hombre estaba loco. Pero el personaje resultaba tan cautivador y carismático que le resultó imposible cancelar la cita. A las cuatro de la mañana saltó de la cama como atraído por un imán, y se dijo: Debo ir pase lo que pase. Este hombre puede tener algo para mi. Sus ojos así parecen anunciarlo. Parece un loco pero no obstante debo acudir a la cita y ver que sucede... Así que partió, y halló a Bodhidharma...¿donde está vuestra mente? ¿la habeis traído?, preguntó Bodhidarma. No digas tonterías. Cuando estoy aquí, mi mente también está aquí, no es algo que pueda dejarme por ahí. Está en mi, aseguró el emperador. Bodhidarma le contestó: Muy bien. Así que ese es el primer punto: la mente está en vuestro interior. Ahora cerrad los ojos y a ver si podés encontrarla. Y si la encontrais decidmelo de inmediato para poder pacificarla... Asi que el emperador cerró los ojos, y lo intentó una y otra vez, buscó y buscó. Cuanto más buscaba mas conciente era de que la mente no existía, de que era una ACTIVIDAD. No es algo que esté por ahí y que pueda señalarse. Pero en el momento que comprendió que no era una cosa, entonces se le reveló lo absurdo de su búsqueda. Si la mente no es una cosa, entonces no hay nada que hacer. Si es una actividad, entonces basta con no llevarla a cabo, eso es todo. Es como caminar y no caminar. El emperador abrió los ojos. Le hizo una reverencia a Bodhidharma y dijo: No hay mente alguna que hallar. Entonces ya la he pacificado. En cualquier situación en que os encontréis intranquilo no tenéis más que mirar en vuestro interior, y tratar de hayar esa intranquilidad, respondió Bodhidharma.......................
Día 40 Bound Lotus y seguimos adelante...experimentando, sintiendo, viviendo, vibrando, puliendonos como una piedra preciosa...para seguir creciendo, para morir y revivir cada día, para seguir floreciendo una y otra vez... SatPreet
Bodhidharma fue a china y el emperador quiso verle. El monarca le dijo: Mi mente está muy inquieta, muy intranquila. Eres un gran sabio y te he estado esperando. Dime qué debo hacer para pacificar mi mente. Bodhidharma le contestó: No hagais nada. Primero mostradme vuestra mente. El emperador sin comprender le dijo: ¿Qué quieres decir? Venid a las 4 de la madruga, cuando no haya nadie por aquí. Venid solo y recordar que debeis traer a tu mente con vos, pidio Bodhidharma. El emperador no pegó ojo en toda la noche. Por su mente pasó en muchas ocasiones el pensamiento de olvidarse de todo aquello...pensó que este hombre estaba loco. Pero el personaje resultaba tan cautivador y carismático que le resultó imposible cancelar la cita. A las cuatro de la mañana saltó de la cama como atraído por un imán, y se dijo: Debo ir pase lo que pase. Este hombre puede tener algo para mi. Sus ojos así parecen anunciarlo. Parece un loco pero no obstante debo acudir a la cita y ver que sucede... Así que partió, y halló a Bodhidharma...¿donde está vuestra mente? ¿la habeis traído?, preguntó Bodhidarma. No digas tonterías. Cuando estoy aquí, mi mente también está aquí, no es algo que pueda dejarme por ahí. Está en mi, aseguró el emperador. Bodhidarma le contestó: Muy bien. Así que ese es el primer punto: la mente está en vuestro interior. Ahora cerrad los ojos y a ver si podés encontrarla. Y si la encontrais decidmelo de inmediato para poder pacificarla... Asi que el emperador cerró los ojos, y lo intentó una y otra vez, buscó y buscó. Cuanto más buscaba mas conciente era de que la mente no existía, de que era una ACTIVIDAD. No es algo que esté por ahí y que pueda señalarse. Pero en el momento que comprendió que no era una cosa, entonces se le reveló lo absurdo de su búsqueda. Si la mente no es una cosa, entonces no hay nada que hacer. Si es una actividad, entonces basta con no llevarla a cabo, eso es todo. Es como caminar y no caminar. El emperador abrió los ojos. Le hizo una reverencia a Bodhidharma y dijo: No hay mente alguna que hallar. Entonces ya la he pacificado. En cualquier situación en que os encontréis intranquilo no tenéis más que mirar en vuestro interior, y tratar de hayar esa intranquilidad, respondió Bodhidharma.......................
Día 40 Bound Lotus y seguimos adelante...experimentando, sintiendo, viviendo, vibrando, puliendonos como una piedra preciosa...para seguir creciendo, para morir y revivir cada día, para seguir floreciendo una y otra vez... SatPreet
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